Difuntos Martes

Misterios Dolorosos

Por la señal de la Santa Cruz,
de nuestros enemigos,
líbranos, Señor Dios Nuestro.

En el nombre del Padre,
del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amen.

Para que nuestra oración pueda agradar a Dios, purifiquemos nuestro corazón, arrepintiéndonos de nuestros pecados. Recemos todos el acto de contrición:

(Meditar un minuto sobre tus pecados cometidos)

¡Oh, Jesús mío! Me arrepiento de haberte ofendido, porque eres infinitamente bueno, padeciste y moriste por mí clavado en la Cruz. Te amo por sobre todas las cosas, y me propongo nunca volver a pecar.

Amén.


Primer Misterio Doloroso:

De la Oración del Huerto

iOh, dolorosísima Madre de Jesús, quien, despedido y apartado de tu compañía, oró con mortales agonías en el huerto, donde por un Ángel fue confortado! Este Padrenuestro y diez Avemarías te ofrecemos, suplicándote que por tu intercesión el alma de nuestro hermano/a N., y las demás almas del Purgatorio, sean confortadas por los Ángeles en sus penas.

Amén. Jesús.


Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra,
como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

Amén.


Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Si por Tu sangre preciosa, Señor, lo/a has redimido, que lo/a perdones, te pido, por Tu Pasión dolorosa.

Otórgale, Señor el descanso eterno, y luzca para él/ella la luz perpetua.

Que por Tu infinita misericordia el alma de N., y de todos los fieles difuntos, descansen en paz. Así sea.

-Gloria al padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

-Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

-María, Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte, ampáranos, gran Señora.

-Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.

-¡Oh! Jesús mío, perdona nuestras culpas, presérvanos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia. Amén.


Segundo Misterio Doloroso:

De El desnudo Jesús, Es cruelmente azotado


¡Oh, María, mar de dolores! Este Padrenuestro y diez Avemarías te ofrecemos en memoria del gravísimo dolor que tuviste viendo desnudo y azotado cruelmente al Hijo de tu vientre; por Él te suplicamos que el alma de nuestro hermano/a N., y las demás almas del Purgatorio, sean libres de los azotes que ahí padecen de la Divina Justicia, por virtud de los azotes que Jesús llevó por su misericordia.

Amén, Jesús.


Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra,
como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

Amén.


Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Si por Tu sangre preciosa, Señor, lo/a has redimido, que lo/a perdones, te pido, por Tu Pasión dolorosa.

Otórgale, Señor el descanso eterno, y luzca para él/ella la luz perpetua.

Que por Tu infinita misericordia el alma de N., y de todos los fieles difuntos, descansen en paz. Así sea.

-Gloria al padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

-Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

-María, Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte, ampáranos, gran Señora.

-Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.

-¡Oh! Jesús mío, perdona nuestras culpas, presérvanos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia. Amén.


Tercer Misterio Doloroso:

De la coronación de espinas a Jesús


¡Oh, María, cárdeno lirio entre espinas! Este Padrenuestro y diez Avemarías te ofrecemos en honra del agudísimo dolor que tuviste viendo a tu amado Hijo, hermoso lirio de los valles, afeado y coronado de espinas: suplicamos por este dolor, que el alma de nuestro hermano/a N., y las demás almas del Purgatorio, sean libres de las espinas de penas que padecen, y sean coronadas en la gloria.

Amén, Jesús.


Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra,
como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

Amén.


Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Si por Tu sangre preciosa, Señor, lo/a has redimido, que lo/a perdones, te pido, por Tu Pasión dolorosa.

Otórgale, Señor el descanso eterno, y luzca para él/ella la luz perpetua.

Que por Tu infinita misericordia el alma de N., y de todos los fieles difuntos, descansen en paz. Así sea.

-Gloria al padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

-Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

-María, Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte, ampáranos, gran Señora.

-Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.

-¡Oh! Jesús mío, perdona nuestras culpas, presérvanos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia. Amén.


Cuarto Misterio Doloroso:

Jesús condenado a muerte y con la Cruz a cuestas, se encuentra con María, su tierna Madre


iOh, María, traspasada de dolor en la calle de la Amargura por encontrar en ella a tu inocente Hijo, sentenciado a muerte y agobiado con el grave peso de la Cruz! Este Padrenuestro y diez Avemarías te ofrecemos suplicándote que el alma de nuestro hermano/a N., y las demás almas del Purgatorio, por tus ruegos sean libres de la cruz de penas que padecen.

Amén, Jesús.


Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra,
como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

Amén.


Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Si por Tu sangre preciosa, Señor, lo/a has redimido, que lo/a perdones, te pido, por Tu Pasión dolorosa.

Otórgale, Señor el descanso eterno, y luzca para él/ella la luz perpetua.

Que por Tu infinita misericordia el alma de N., y de todos los fieles difuntos, descansen en paz. Así sea.

-Gloria al padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

-Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

-María, Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte, ampáranos, gran Señora.

-Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.

-¡Oh! Jesús mío, perdona nuestras culpas, presérvanos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia. Amén.


Quinto Misterio Doloroso:

De la crucifixión de Jesús y la soledad de María


iOh, desconsolada Reina, afligida Madre y desamparada Virgen! Este Padrenuestro y diez Avemarías te ofrecemos, pidiéndote, por el agudo dolor que atravesó tu amante corazón al ver morir entre tantas afrentas, y dolores a tu Santísimo Hijo para redimir con su muerte al género humano, que el alma de nuestro hermano/a N., y las demás almas del Purgatorio, donde están solas afligidas; la Sangre de tu Hijo, les alivie las penas y su muerte les dé vida de gloria.

Amén. Jesús.


Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra,
como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

Amén.


Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo. Bendita eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios,
ruega por el/ella y por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Si por Tu sangre preciosa, Señor, lo/a has redimido, que lo/a perdones, te pido, por Tu Pasión dolorosa.

Otórgale, Señor el descanso eterno, y luzca para él/ella la luz perpetua.

Que por Tu infinita misericordia el alma de N., y de todos los fieles difuntos, descansen en paz. Así sea.

-Gloria al padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

-Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

-María, Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte, ampáranos, gran Señora.

-Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.

-¡Oh! Jesús mío, perdona nuestras culpas, presérvanos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia. Amén.


Guía:

Recemos el siguiente ofrecimiento en favor del alma de nuestro hermano/a N., y todas las benditas almas del purgatorio:

Por estos misterios santos
De que hace el alma recuerdo,
Te pedimos iOh, María!
Con tierno y devoto pecho
De nuestra fe sacrosanta
La conservación y aumento.
Torna tus divinos ojos
Hacía tu cristiano pueblo,
Da a Tú Iglesia la victoria,
Y al mundo grato sosiego;
Serena las tempestades
Que airado descarga el Cielo.
y del Pontífice Augusto
Mitiga el dolor acerbo;
Las terrenas potestades
Sigan de Dios los preceptos,
Porque la justicia tome
Y al bien vayan sus esfuerzos.
Que a Dios el gentil conozca.
Su error abjure el soberbio,
Que de la verdad aparta
Corazón y entendimiento.
Que la culpa nos inspire
Dolor profundo y perfecto,
Halle puerto el navegante
Y la salud el enfermo.
Las almas del Purgatorio
Gozosas vayan al Cielo;
y que este santo ejercicio tenga
iOh, Madre! tal aumento
En todo el orbe cristiano
Que el fiel adora al Dios bueno,
Que de continua alabanza
Sean tus glorias objetoy por tu amor merezcamos
Gozar del eterno premio.

Guía:

-Dios te salve, María, hija de Dios Padre, Virgen purísima y castísima antes del parto, en tus manos encomendamos nuestra fe para que la alumbres. Llena eres de gracia; el Señor está contigo, Bendita eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

-Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

-Dios te salve, María, madre de Dios Hijo, Virgen purísima y castísima en el parto, en tus manos encomendamos nuestra esperanza para que la alientes. Llena eres de gracia; el Señor está contigo, Bendita tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

-Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

-Dios te salve, María, esposa del Espíritu Santo, Virgen purísima y castísima después del parto, en tus manos encomendamos nuestra caridad para que la inflames. Llena eres de gracia; el Señor está contigo, Bendita tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

-Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

-Dios te salve, María, templo, trono y sagrario de la Santísima Trinidad, Virgen concebida sin la culpa original…

-Dios te salve, Reina y Madre, Madre de misericordia; vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve.

-A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.

-Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.

¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María!

-Ruega por nosotros, santa Madre de Dios.

-Para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias, y promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Guía:

Ahora vamos a pedir a nuestra madre, la Virgen María que interceda por nosotros ante Dios Nuestro Señor, invocándola con los títulos más bellos que durante siglos, el pueblo de cristo ha ido descubriendo en su honor. Recemos la Letanía:

Señor. ten piedad de nosotros.Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.Cristo, óyenos,
Cristo, escúchanos.Cristo, escúchanos.
Dios Padre celestial.Ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo.Ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo.Ten misericordia de nosotros.
Santa Trinidad que eres un solo Dios.Ten misericordia de nosotros.
Santa María.Ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios.Ruega por nosotros.
Santa Virgen de las VírgenesRuega por nosotros.
Madre de Jesucristo.Ruega por nosotros.
Madre de la Iglesia.Ruega por nosotros.
Madre de la Divina Gracia.Ruega por nosotros.
Madre purísima.Ruega por nosotros.
Madre castísima.Ruega por nosotros.
Madre amorosa.Ruega por nosotros.
Madre Inmaculada.Ruega por nosotros.
Madre Virgen.Ruega por nosotros.
Madre amable.Ruega por nosotros.
Madre admirable.Ruega por nosotros.
Madre del buen consejo.Ruega por nosotros.
Madre del Creador.Ruega por nosotros.
Madre del Salvador.Ruega por nosotros.
Virgen prudentísima.Ruega por nosotros.
Virgen venerable.Ruega por nosotros.
Virgen laudable.Ruega por nosotros.
Virgen poderosa.Ruega por nosotros.
Virgen clemente.Ruega por nosotros.
Virgen fiel.Ruega por nosotros.
Espejo de justicia.Ruega por nosotros.
Trono de sabiduría.Ruega por nosotros.
Causa de nuestra alegría.Ruega por nosotros.
Vaso espiritual.Ruega por nosotros.
Vaso insigne de devoción.Ruega por nosotros.
Vaso precioso de la Gracia.Ruega por nosotros.
Rosa mística.Ruega por nosotros.
Torre de David.Ruega por nosotros.
Torre de marfil.Ruega por nosotros.
Tesoro de mi alma.Ruega por nosotros.
Casa de oro.Ruega por nosotros.
Arca de la Alianza.Ruega por nosotros.
Puerta del cielo.Ruega por nosotros.
Estrella de la mañana.Ruega por nosotros.
Salud de los enfermos.Ruega por nosotros.
Refugio de los pecadores.Ruega por nosotros.
Consuelo de los afligidos.Ruega por nosotros.
Auxilio de los cristianos.Ruega por nosotros.
Reina de los Ángeles.Ruega por nosotros.
Reina de los Patriarcas.Ruega por nosotros.
Reina de los Profetas.Ruega por nosotros.
Reina de los Apóstoles.Ruega por nosotros.
Reina de los Confesores.Ruega por nosotros.
Reina de las Vírgenes.Ruega por nosotros.
Reina de mi corazón.Ruega por nosotros.
Reina de todos los Santos.Ruega por nosotros.
Reina concebida sin pecado original.Ruega por nosotros.
Reina llevada al cielo.Ruega por nosotros.
Reina del santísimo Rosario.Ruega por nosotros.
Reina de la paz.Ruega por nosotros.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.

-Óyenos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.

-Perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.

-Ten piedad y misericordia de nosotros.

¡Padre Eterno, Soberano Dios! Envía a tus Ángeles a sacar del Purgatorio a esta alma por quien es mi intención rogar; te suplico lo presentes en Tu gloria, y te pido, Señor, que la parte que le falte satisfacer por sus culpas se las perdones por los méritos de las penas de Tu Hijo, mi Señor Jesucristo, y te ruego, mi Criador misericordioso, no seas riguroso en mi juicio, y no nos dejes caer en la tentación, librándonos de todo mal.

Amén, Jesús.


Soneto:

Señor, Dios de bondad, en Tu presencia
Tienes un alma que, por su malicia,
Mereciera tal vez que Tu justicia
La condenara a sempiterna ausencia;

Más Tú la redimiste y tu clemencia
Por esto es fuerza que le sea propicia.
Mandando que la angélica milicia
De su perdón promulgue la sentencia.

Pues si eres justiciero y riguroso
Con el impío que muere impenitente
Tambien eres benigno y generoso
Con aquel que te invoca reverente.
Oye, pues, nuestra súplica piadosa,
Y haz que esta alma te goce eternamente.

Amén